EL TRANSEÚNTE

Agosto, 2015

LOS MICROTEXTOS: LAS NUEVAS FORMAS DE LA ESCRITURA

“Lo breve, si breve, dos veces”.

-Baltasar Gracián-

Por Etta Bléu

La llegada de las nuevas tecnologías ha cambiado nuestras formas de interactuar con los otros. La dinámica del mundo actual, debido a la aparición  de ciertos medios de comunicación, exige agilidad y rapidez, tanto en la escritura como en la lectura.

Nuevas o quizá  viejas formas de escribir están retomando protagonismo en nuestra época. Tal vez, para algunos ortodoxos en el tema, lo anterior,  suscite grandes interrogantes sobre el futuro de la escritura, y es posible que algunos estén  considerando que el estado actual donde reinan los nuevos modos de escribir, es una forma de involución. Sin embargo, no podemos seguir a espaldas de este nuevo horizonte; por eso mientras se tejen las grandes discusiones respecto a los cambios en las formas de leer y escribir,  tenemos que mantenernos firmes en la tarea de conservar  la esencia de un texto, su razón de ser; en otras palabras,   a pesar del nuevo panorama,  no podemos dejar que se pierdan las cualidades que caracterizan a una buena escritura. De ahí que, los escritores que somos todos por supuesto, tenemos el deber de seguir poniendo en práctica nuestro pensamiento crítico, creativo y argumentativo, así sea en pequeñas porciones.                

Debemos ser conscientes  de que la escritura ha tomado rasgos de la imagen, hoy prevalece el mensaje comprimido y depurado; redes sociales como el Twitter, Facebook  e Instagram, han impuesto una forma reducida de escritura, basta con leer los estados, comentarios, trinos y demás para entender que los microtextos son una realidad inminente; no obstante, evitar  el simplismo, la vaguedad y la rutina en los nuevos discursos, será nuestra máxima tarea; la brevedad deberá seguir considerándose como esa gran virtud de la escritura para comunicar grandes ideas y profundos pensamientos con el menor número de palabras. 


Noviembre, 2015

LAS COMPETENCIAS COMUNICATIVAS FUNDAMENTO DE TODA PROFESIÓN

Por Verónica Abuchar 1101

Las competencias comunicativas son fundamentales en cualquier dimensión del saber. No son exclusivas de oficios como comunicación social o carreras especialistas como la lingüística o la literatura, sino que abarca cualquier área del conocimiento.

La importancia de las competencias comunicativas radica en la necesidad del ser humano de darse a entender con las demás personas y no menos importante, causar una buena impresión en los contextos en que nos desenvolvemos. Como afirma Vargas (2001): “Comunicarse conlleva una evidente competencia para ‘saber, saber hacer, saber participar y saber estar’ y ‘saber ser’”.

Las bases y directrices ofrecidas por las competencias comunicativas son las únicas que tienen la capacidad de ‘enseñarnos a ser’. Si bien la lingüística no sólo se relaciona con el aprender a escribir, hablar o leer, en realidad va más allá y permite el desarrollo de tres competencias que son fundamentos para todos los profesionales.

La capacidad de entender y dar sentido a los problemas de la cotidianidad son las habilidades que se adquieren a partir de la interpretación, una de las competencias de la comunicación. En el caso de los ingenieros es esencial haber desarrollado una excelente capacidad de interpretación para la aplicación de conceptos básicos al momento de resolver un problema matemático que requiera de un alto grado de análisis o cuando se exploran cosas que antes eran desconocidas. La interpretación de la distribución del terreno para  realizar un proyecto civil en un mapa es un buen ejemplo de ello puesto que el ingeniero requiere de la capacidad de análisis para un inmediata comprensión de lo que posteriormente se construirá en ese área específico.

Cuando el ingeniero es capaz de valorar, evaluar, dar razones o argumentos sólidos de lo que se está realizando a partir de los conocimientos previamente adquiridos, se hace referencia a la competencia argumentativa. Pongamos el caso del ingeniero civil que, luego de haber interpretado los planos y planeado paso a paso la obra civil, ha construido con ayuda de sus obreros las bases y vigas que soportaran el peso de una edificación, pero después de haber culminado con esa parte de la construcción, el ingeniero se da cuenta que estas bases no poseen la resistencia suficiente como para cargar con el peso establecido; es en ese instante en el que el ingeniero de obra tiene que recurrir a su habilidad argumentativa para justificar el problema que presenta la infraestructura y no tener futuros inconvenientes con la elaboración de su proyecto profesional, sin embargo esto solo será posible después de la debida interpretación de la problemática.

Ahora bien, este ingeniero civil que ha detectado fallas en la construcción de las bases y vigas, se encuentra en una posición difícil en la que tiene que encontrar la manera de solucionar el problema. Es en ese instante en el cual el ingeniero debe acudir a una habilidad especial que involucra la capacidad de proponer una nueva técnica o método y  así improvisar haciendo uso de sus conocimientos previos, es decir, hacer uso de la competencia propositiva. Con esta competencia es que el profesional logra generar sus propias hipótesis y proponer cosas nuevas haciendo uso de la creatividad. Así, pues, la proposición no se reduce exclusivamente a la solución de problemas sino también a la innovación del ingeniero,  creando técnicas, instrumentos y demás elementos que permitan facilitar, corregir y mejorar el trabajo realizado.

Las tres competencias comunicativas permiten la formación integral de todo profesional. Como afirma Gonzáles (2006): “Un profesional competente es aquel que orienta su actuación con independencia y creatividad sobre la base de una sólida motivación profesional auxiliado por sus conocimientos y habilidades en una óptica ética y creativa”.

No importa la profesión, nacionalidad, edad o posición socioeconómica, todos necesitamos desarrollar las habilidades que nos ofrecen las competencias comunicativas, que no sólo nos permiten sobrevivir en nuestro entorno laboral, sino también sobresalir en el mismo. Tener una buena lectura, escritura, interpretación, argumentación y capacidad propositiva es lo que diferencia a un profesional integral dándole credibilidad y abriéndole numerosas puertas en su campo laboral.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Vargas, J. (2001). Las reglas cambiantes de la competencia global en el nuevo milenio. Las competencias en el nuevo paradigma de la globalización. Revista Iberoamericana de Educación. 

Gonzáles, V. (2006, diciembre). La formación de competencias profesionales en la universidad. Reflexiones y experiencias desde una perspectiva educativa. Revista XXI Educación. 

Noviembre, 2015

LA COMUNICACIÓN DE LA MANO DEL INGENIERO

Por Lina Jiménez Olivares 1102

Contrario a la gran cantidad de mitos que han sido creados respecto al tema, los ingenieros también están en la obligación de desarrollar competencias comunicativas pues, pese a que se entienden mejor con los modelos numéricos, la labor requiere de una formación que solo se adquiere mediante la comunicación, además de que la profesión está enfocada hacia la construcción de soluciones a ciertos problemas, donde el dialogo es la herramienta principal para el hallazgo de estas.

Tal como lo postulan Gamboa y Alonso (2011), el profesional en ingeniería, específicamente en mecánica, debe poseer competencias comunicativas que le permitan poner al servicio de la sociedad las tecnologías vinculadas a su carrera,  es decir, que más allá de tener los conocimientos técnicos, también se deben desarrollar las habilidades comunicativas que permita intervenir en la resolución de problemáticas dentro de un contexto social, en el cual será necesario el contacto, la escucha y la opinión.

Pese a lo evidente que resulta la importancia de ese arma comunicativa dentro de la labor del ingeniero, los estudiantes y los  profesionales poseen insuficiencias en estos aspectos, las dificultades de expresión y contextualización, la elocución torpe y la falta de fluidez son muy frecuentes dentro de estas personas y, aunque a simple vista parezca poco importante para ellos, afecta el desarrollo de su trabajo y de sus relaciones interpersonales.

Dentro de la labor social que el ingeniero mecánico posee, si de verdad desea contribuir al mejoramiento de su entorno y de su país, como lo afirma Cabrera (2012), debe interpretar y hacer un uso adecuado del lenguaje, desarrollar sus habilidades comunicativas, pues son estas las que brindan la posibilidad de interacción social que luego generará las soluciones que el ingeniero desea proponer, pues nada puede hacer si no conoce en dónde se halla el problema ni está dispuesto a escuchar los aportes que otros brindan para las soluciones.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Alonso,L.A & Gamboa,R. (2012). Perfeccionamiento de la competencia comunicativa del estudiante de ingeniería mecánica en el contexto laboral. Didasc@lia: Didactica y Educacion. 

Cabrera,A.C.(2012). Tareas para la comunicación del futuro profesional: una experiencia pedagógica. Scielo.

Noviembre, 2015

SER COSTEÑO ES UNA BACANERÍA

Por Ana Gabriela Flórez, Génesis García,

María Paula Aguilar, Lina Jiménez y Valentina Martínez 1102

Los costeños somos personas muy alegres y que  nos encanta ponerle sabor a la vida. Nos caracterizamos por ser una cultura trabajadora y echá pa´ lante, a través de nuestras palabras y nuestra forma de expresar, le demostramos  a las personas nuestro carisma y visión de mundo.

Nos encanta ser anfitriones, recibir personas diferentes con una simple sonrisa, un abrazo y un “ q´ to´ bien” y cuando nos toca el turno de ser la visita nos sentimos como en casa, por eso es normal encontrar un costeño en la nevera saludando a un rolo desconocido con un “hey  mi herma” o “como te va´ mi vale”, por esta razón siempre tienden a diferenciarnos.

Cuando las personas escuchan expresiones como “tremendo filo”, “pásame la chócora”, “ta´ tabluo”, “huy mami tú si ta´ buena” o “to´ so va, mi llave”, le dicen ese es costeño y uno responde con la frente en alto y el pulgar arriba “somos costeño y más ná´”.